Sucede frecuentemente que, menos es más. Una máxima aplicable en cualquier campo y ámbito en el que nos movamos o trabajemos y no podía ser de otra manera para los lugares que habitamos, especialmente si se trata de nuestro hogar. En reformas integrales, como en obra nueva, la apuesta por materiales nobles, constituye un principio inquebrantable, la base del Interiorismo. No hay nada más bello que un suelo en tarima de madera, paramentos y superficies de piedra natural, tejidos orgánicos con la presencia de algún mueble con historia y «alma» o incluso versiones fieles de piezas de otro tiempo que siguen siendo contemporáneas. Si esto sucede, los complementos, pasan a ser eso, y cuantos menos, mejor.
El sentido de acogedor y cálido, no lo da el cúmulo de objetos en un espacio, sino la luz, el color y los materiales que envuelven y «arropan» ese espacio.