Escenarios diferentes si pensamos en el mar, montaña, campo o ciudad, pero el mismo principio, esto es, integrarse en el paisaje, aprovechar al máximo los recursos naturales de luz, calor, orientación y altura, (pudiendo elegir). Contemplar la doctrina del Feng Shui, o lo que viene a ser su equivalente “la pura lógica”, no construir en terrenos insanos, peligrosos, como puedan ser terrenos sobre faldas acuíferas, campos electromagnéticos, contaminación en general. Respeto al medio ambiente, arquitectura sostenible y ecológica, apostar por materiales sin componentes tóxicos como resinas, policarbonatos, pvc, lanas de roca, maderas conglomeradas, barnices y un largo etc.
El Ministerio para la TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO, divulga y publica de forma clara en su página web contenidos tan importantes como un amplio registro de productos químicos contaminantes en base a evaluaciones ambientales, (https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/productos-quimicos/contaminantes-organicos-persistentes-cop/).
Sustraernos a realidades ya construidas, no es ni simple, ni económico, ni factible en muchos casos, pero la filosofía de pensar en lo sano y saludable, hasta en lo cotidiano, nos hace, sin duda, más felices.
